sábado, 17 de septiembre de 2011

Light

Una luz que me ilumine, que me saque de toda esta oscuridad, una oscuridad que yo he mismo aceptado, que introduje en mi interior a cabo de los años, para así no sufrir, para nunca más sentir nada y vivir.


Pero a veces echo de menos tu luz, esa calidez que me dabas cuando me abrazabas, cuando estábamos juntos bebiendo cerveza, hablando, notaba esa calidez tuya y me gustaba, me acostumbré a ella.


Pero ya no siento esa calor, no veo esa luz que me iluminaba el camino haciéndolo todo más fácil, haciendo la ilusión de que era feliz, me acostumbras, me enganchas a una cosa y me la quitas.


Aunque lo niegue, aunque ya no sienta nada en este cuerpo vacío, en este corazón marchito, necesito esa luz, la tuya o la de alguien similar, alguien que me complete, que me llene, pero esa luz nunca llegará y la tuya nunca más volverá a mi vida.


Tampoco se vive mal en esta completa oscuridad, simplemente es acostumbrarse a ella, dejarte llevar y seguir la vida como se pueda, hasta la esperanza de una nueva luz se ha perdido, ya no se que significa esa palabra... esperanza.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Duerme conmigo

Duerme conmigo, duerme otra vez, quiero sentirte por las noches, abrazarte mientras estamos tapados hasta arriba, agarrarte por la cintura y dormir, soñar contigo.


Abrázame de nuevo, como tu sabes hacer, en la cama, agárrate a mi y duerme, duerme conmigo, como hacíamos antes.


Porque si eres lo primero que veo cuando despierto hace que el día merezca la pena, me encanta despertarme antes de ti, darte un beso en la frente, sonreír y despertarte con el desayuno en la cama, café, zumo de naranja y un par de tostadas como tanto te gusta.


Duerme conmigo, rememoremos aquellos tiempos, peleando en la cama con las almohadas, besarnos en ella y pegarme después con la almohada, saltar encima de ti o viceversa, dormir juntos, el uno junto al otro mientras te susurro lo importante que eres para mi.


Porque despertarme y no verte, no ver tu rostro, tu cuerpo, a ti a mi lado en la cama, hace que el día no merezca la pena, tu eres mi luz y mi vida y si cuando despierto no estás es como si todo fuera oscuro, pero al final me he acostumbrado a la oscuridad, a ver a través de ella, a no tener luz, a no tener vida, nunca más, porque nunca más dormirás conmigo, nunca más veré tu rostro al despertarme... nunca más.